Jalisco
Nunca una capital lo ha sido y lo es tanto como Guadalajara. En ella se centra la atención de todo el hermoso y variadísimo estado de jalisco, que ocupa parte de la altiplanicie mexicana, la occidental de la Mesa de Anahuac, con declive al Pacífico, de costas acantiladas, playas, bahías y puertos, climas tropicales, subtropicales e incluso frío en las montañas. Su riqueza le viene de la ganadería y de la agricultura (el cultivo del maíz ocupa el primer lugar) e industrias muy bien sostenidas, de hilados, de tejidos, de loza, de cerámica, de alcohol, de azúcar, de tequila...
Guadalajara es la ciudad más importante después de la de México, y una de las que mejor han conservado su antiguo trazado.
Su fundación pasó por diversas vicisitudes, hasta que a mediados del Siglo XVI se constituyó en la capital de la entonces Nueva Galicia, y a partir del XIX, en la capital del estado de jalisco. Siempre dio ejemplo de liberalidad, en el grado que las circunstancias se lo permitían, mientras soportaba en su propio terreno las constantes luchas políticas y sociales del siglo XIX (no hay que olvidar que fue aquí donde el padre Hidalgo proclamó la abolición de la esclavitud).
Características de gran urbe son evidentes en su aspecto arquitectónico, que va desde ejemplares gótico renacentista-herrerianos (su catedral), hasta lo mejor del neoclásico (el Hospital Cabañas), pasando por todas las posibilidades del barroco. Y en pleno siglo XIX, el europeizante (Teatro Degollado).
En el hermoso Hospicio Cabañas, fundado en 1801 y construido de acuerdo con proyectos del arquitecto valenciano Manuel Tolsá (con más de veinte patios, lo que da idea de sus proporciones), José Clemente Orozco, uno de los mejores, y para muchos el mejor, de los pintores muralistas mexicanos, decoró su gran capilla.
De las cuatro plazas que rodean la catedral, la plaza de Armas es, sin duda, la mejor, y en ella se hallan el Sagrario, el Palacio de Gobierno y las Galerias de Mercaderes. Importante, dentro de la ciudad, es el Museo del Estado, como lo es el Teatro Degollado (antes Alarcón). Hay en el museo salas de arqueología y de etnografía, de las que sobresalen la cerámica que hermana a jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán. Por supuesto son numerosas las iglesias de la ciudad, de las que dos de ellas son buenos ejemplares del barroco del siglo XVII: la de Santa Mónica y la de San Francisco.
El Mercado Libertad es, como la mayoría de los mercados mexicanos, un verdadero regalo para los cinco sentidos, si bien la plazuela de los Mariachis lo es solo para el del oído, si es que el oído resiste escuchar a un tiempo varios grupos a la vez. Populares conjuntos que se reúnen en este lugar, donde los clientes de los cafés al aire libre les piden alguna pieza favorita.
El Parque Agua Azul es un gran parque moderno, que da vida a la ciudad los domingos y dias festivos principalmente.
Otros lugares cercanos o lejanos de Guadalajara son igualmente atractivos e incluso importantes, desde diferentes puntos de vista. Tlaquepaque, pueblo de carácter colonial, es un gran mercado de artesanías. Tonalá, igualmente. Zapopan, Cajititlan, Ajijic, Jocotepec, Ameca, Etzatlán, Tequila, La Magdalena, Ixtlán del Río y muchos más igualmente. Espectaculares resultan las barrancas de Río Grande y el Salto de Juanacatlán. Y privilegiado el Puerto Vallarta, que se extiende a lo largo del océano Pacífico, verdadero paraíso para quienes aman la grandiosidad. Para los que prefieren la intimidad, el lago de Chapala, con sus pequeños restaurantes donde se come un refinado pescado blanco.
Las treinta fiestas que se celebran cada año en Jalisco, en veinte poblaciones del estado, dan motivo al lucimiento de los charros mestizos y las tapatías (naturales de Guadalajara). La de la Virgen de Zapopan, sin duda, una de las mas atractivas. El 12 de octubre la Virgen vuelve a Zapopan, a su santuario, después de casi tres meses en que se la lleva a visitar diversos templos y la catedral.
Una de las danzas mas extrañas que puedan verse en México es la llamada danza del paxtle (heno) Los danzantes se cubren de paxtle y adornan sus cabezas con cintas de colores. Se considera una danza prehispánica, y sólo puede verse una vez a año, el 30 de noviembre, en San Andrés Ixtlán.
Podría decirse que el estado de Jalisco ha sido prolijo en figuras intelectuales, al mas alto nivel. De Jalisco es el grupo mas numeroso de pintores que ha dado el país, desde la ingenuidad de un José María Estrada, hasta el apasionado sofisticamiento de un García Ocejo, pasando por toda una pleyade de extraordinarios artistas, encabezada por José Clemente Orozco, Dr. Atl Roberto Montenegro, Orozco Romero, Guerrero Galvan, González Camarena, Jesús Reyes, Raúl Anguiano y Juan Soriano. Los músicos también forman un grupo importante, tanto de compositores como de intérpretes: José Rolon, Blas Galindo, José Pablo Moncayo, Salvador Ochoa, José Vazquez, entre otros. Y escritores y poetas como Enrique González Martínez, Mariano Azuela, Juan Rulfo, Emmanuel Carballo, Juan Jose Arreola y algunos mas.
Guadalajara es la ciudad más importante después de la de México, y una de las que mejor han conservado su antiguo trazado.
Su fundación pasó por diversas vicisitudes, hasta que a mediados del Siglo XVI se constituyó en la capital de la entonces Nueva Galicia, y a partir del XIX, en la capital del estado de jalisco. Siempre dio ejemplo de liberalidad, en el grado que las circunstancias se lo permitían, mientras soportaba en su propio terreno las constantes luchas políticas y sociales del siglo XIX (no hay que olvidar que fue aquí donde el padre Hidalgo proclamó la abolición de la esclavitud).
Características de gran urbe son evidentes en su aspecto arquitectónico, que va desde ejemplares gótico renacentista-herrerianos (su catedral), hasta lo mejor del neoclásico (el Hospital Cabañas), pasando por todas las posibilidades del barroco. Y en pleno siglo XIX, el europeizante (Teatro Degollado).
En el hermoso Hospicio Cabañas, fundado en 1801 y construido de acuerdo con proyectos del arquitecto valenciano Manuel Tolsá (con más de veinte patios, lo que da idea de sus proporciones), José Clemente Orozco, uno de los mejores, y para muchos el mejor, de los pintores muralistas mexicanos, decoró su gran capilla.
De las cuatro plazas que rodean la catedral, la plaza de Armas es, sin duda, la mejor, y en ella se hallan el Sagrario, el Palacio de Gobierno y las Galerias de Mercaderes. Importante, dentro de la ciudad, es el Museo del Estado, como lo es el Teatro Degollado (antes Alarcón). Hay en el museo salas de arqueología y de etnografía, de las que sobresalen la cerámica que hermana a jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán. Por supuesto son numerosas las iglesias de la ciudad, de las que dos de ellas son buenos ejemplares del barroco del siglo XVII: la de Santa Mónica y la de San Francisco.
El Mercado Libertad es, como la mayoría de los mercados mexicanos, un verdadero regalo para los cinco sentidos, si bien la plazuela de los Mariachis lo es solo para el del oído, si es que el oído resiste escuchar a un tiempo varios grupos a la vez. Populares conjuntos que se reúnen en este lugar, donde los clientes de los cafés al aire libre les piden alguna pieza favorita.
El Parque Agua Azul es un gran parque moderno, que da vida a la ciudad los domingos y dias festivos principalmente.
Otros lugares cercanos o lejanos de Guadalajara son igualmente atractivos e incluso importantes, desde diferentes puntos de vista. Tlaquepaque, pueblo de carácter colonial, es un gran mercado de artesanías. Tonalá, igualmente. Zapopan, Cajititlan, Ajijic, Jocotepec, Ameca, Etzatlán, Tequila, La Magdalena, Ixtlán del Río y muchos más igualmente. Espectaculares resultan las barrancas de Río Grande y el Salto de Juanacatlán. Y privilegiado el Puerto Vallarta, que se extiende a lo largo del océano Pacífico, verdadero paraíso para quienes aman la grandiosidad. Para los que prefieren la intimidad, el lago de Chapala, con sus pequeños restaurantes donde se come un refinado pescado blanco.
Las treinta fiestas que se celebran cada año en Jalisco, en veinte poblaciones del estado, dan motivo al lucimiento de los charros mestizos y las tapatías (naturales de Guadalajara). La de la Virgen de Zapopan, sin duda, una de las mas atractivas. El 12 de octubre la Virgen vuelve a Zapopan, a su santuario, después de casi tres meses en que se la lleva a visitar diversos templos y la catedral.
Una de las danzas mas extrañas que puedan verse en México es la llamada danza del paxtle (heno) Los danzantes se cubren de paxtle y adornan sus cabezas con cintas de colores. Se considera una danza prehispánica, y sólo puede verse una vez a año, el 30 de noviembre, en San Andrés Ixtlán.
Podría decirse que el estado de Jalisco ha sido prolijo en figuras intelectuales, al mas alto nivel. De Jalisco es el grupo mas numeroso de pintores que ha dado el país, desde la ingenuidad de un José María Estrada, hasta el apasionado sofisticamiento de un García Ocejo, pasando por toda una pleyade de extraordinarios artistas, encabezada por José Clemente Orozco, Dr. Atl Roberto Montenegro, Orozco Romero, Guerrero Galvan, González Camarena, Jesús Reyes, Raúl Anguiano y Juan Soriano. Los músicos también forman un grupo importante, tanto de compositores como de intérpretes: José Rolon, Blas Galindo, José Pablo Moncayo, Salvador Ochoa, José Vazquez, entre otros. Y escritores y poetas como Enrique González Martínez, Mariano Azuela, Juan Rulfo, Emmanuel Carballo, Juan Jose Arreola y algunos mas.